Pues si, a mi de pequeña me encantaban los animales y quería ser granjera. A pesar de que en mi entorno más cercano no tenía ninguna granja donde trabajar, o quizás por eso. Pero como tengo la suerte de tener familia de pueblo, unos parientes nos me permitieron a mi prima y a mí, hacer unas «prácticas»; en una granja de leche. Duramos una semana, pero fue una experiencia inolvidable.
Calculo que tendría unos 12 años.
El primer empleo que me surgió fue como educadora ambiental. Jamás me había planteado esa vía, pero el caso es que salió, y ha marcado mi curriculum desde entonces. Así, he trabajado como monitora en la sierra madrileña, como informadora para el Ayuntamiento de Madrid, y como formadora en un Taller de Empleo en la finca El Encín de la Comunidad de Madrid.
Allí mi cometido era enseñar a mis alumnas a diseñar, organizar y realizar visitas guiadas en la finca. Y claro, en una finca de investigación agraria… la agricultura no puede faltar. A esta época le debo (entre otras muchas cosas) mis conocimientos sobre viticultura y enología, y la posibilidad de sacarme el carnet de manipulador de productos fitosanitarios. Y sobre todo, el conocer y tratar a cientos de escolares y sus profesores, ver qué les llama la atención, que les interesa y como transmitirles esa información.
Estando trabajando en el Taller de Empleo, surge la posibilidad de escribir un libro de divulgación, dirigido a niños ya mayorcitos, o a adultos directamente, para dar a conocer cómo se producen los alimentos. Me llevó tiempo terminarlo, en parte por mi tendencia a enrollarme, pero sobre todo porque tuve que compatibilizarlo con el trabajo, un embarazo de mellizos y la lactancia y crianza posterior de las criaturas.
Pero lo terminé, y enseguida me di cuenta que el libro se quedaba corto, que había mucho material que se quedaba en el tintero. Sobre agricultura y ganadería se puede escribir tanto, y se pueden aclarar tantas dudas y tantos mitos al consumidor medio, que un blog resultaba un buen lugar para ponerlo en práctica. Y así es como surgió.
Este blog me da la posibilidad de aprender de tantas cosas que a veces bromeo diciendo que deberían darme el titulo de ingeniera agrónoma, aunque sea honorífica, sólo por la variedad de disciplinas que toco: edafología, maquinaria agrícola, riegos, industria alimentaria, explotaciones ganaderas…
Eso sí, cuando toco un tema es porque considero que tengo conocimientos de base para hacerlo, y si dudo, investigo hasta tenerlo claro. A veces copio ideas que me parecen muy interesantes, a veces también me equivoco, pero puedo afirmar que me trabajo las entradas. Creo que es una cualidad a destacar, sobre todo en los tiempos que corren donde el «copypaste», la información sin contrastar, sin citar fuentes, tergiversada o directamente los bulos, son la norma.
Pues si, a mi de pequeña me encantaban los animales y quería ser granjera. A pesar de que en mi entorno más cercano no tenía ninguna granja donde trabajar, o quizás por eso. Pero como tengo la suerte de tener familia de pueblo, unos parientes nos me permitieron a mi prima y a mí, hacer unas «prácticas»; en una granja de leche. Duramos una semana, pero fue una experiencia inolvidable.
Calculo que tendría unos 12 años.
Y pasito a pasito, el Proyecto Conocer la Agricultura y la Ganadería ha ido tomando forma. Sobre todo porque ahora formo parte de la Editorial Agrícola y tengo un equipo de estupendos profesionales que me acompañan en esta labor divulgadora tan necesaria.
Un paso importante ha sido la decisión de sacarlo a la calle, para acercar la agricultura y la ganadería a la gente, sobre todo a los peques de la casa que suelen ser más abiertos. Y precisamente para ellos hemos creado juegos gigantes con los que pueden aprender divirtiéndose. Juegos, que por cierto fueron tomando forma en el coche, de vuelta de las vacaciones.
Y esto es todo, te invito a que te des una vuelta por la página y ya me contarás si te gusta.