¿Alguna vez os habéis preguntado de dónde viene esta expresión? Hemos decidido compartir este vídeo porque una imagen vale más que mil palabras.
Esta expresión se debe sobre todo al comportamiento de las crías una vez destetadas. Los corderos siguen dócilmente a su rebaño, bien pegados a su madre. Los chivos, sin embargo, aparte de hacer movimientos bruscos, saltan por los montes, suben a cualquier superficie elevada, por extraña que sea y llegan a perderse entre los matorrales.
Ya puestos, vamos a contaros algunas cosillas más sobre las cabras y sus crías.
Las hembras pueden entrar en celo varias veces al año. Si viven en sistemas extensivos, esa etapa se concentra en otoño y primavera, mientras que, si están estabuladas, pueden tenerlo en cualquier momento del año.
Tras un periodo de gestación de unos cinco meses, nace un cabrito de unos dos a cinco kilos. Es frecuente que nazcan mellizos o incluso trillizos; tener cuatro cabritillos es raro y sextillizos como esta cabra Murciano Granadina es ya de récord.
Cabritos y chivos
Las crías pueden alimentarse con la leche de la madre o mediante lactancia artificial, depende del sistema de producción que siga cada ganadero. A grandes rasgos, en España tenemos una pequeña cabaña caprina dedicada a la cría de cabritos en extensivo y una cabaña bastante mayor de cabras lecheras.
¿Sabías que la cría de la cabra se denomina cabrito durante el periodo de lactancia y desde que se desteta hasta la madurez sexual (sobre el año o año y medio) pasa a llamarse chivo?
Podemos distinguir dos tipos de cabritos en función de la edad y de la alimentación:
- Cabrito lechal, alimentado solo con leche materna. Se sacrifica a los 20-25 días de nacer y su peso oscila de 5 a 7 kg. Su carne es tierna y de color blanco nacarado, sin apenas grasa y muy jugosa.
- Cabrito pascual, que también se alimenta de pastos. Se sacrifica con 35 – 40 días, y su peso oscila entre los 8 y los 11 kg.
En extensivo
Las cabras que viven en extensivo, y se nutren de las plantas que encuentran en el entorno (pastos, hojas, étc.), transfieren a la leche algunos compuestos que le dan un sabor particular. Los cabritos, al alimentarse de esta leche, de alguna manera también los reciben. Es más, se puede detectar cómo desde finales de invierno hasta bien entrada la primavera las cabras se alimentan en esta época con pastos frescos.
Las cabras lecheras
Las cabras lecheras, sobre todo las que viven en régimen intensivo, se alimentan piensos formulados para que sean capaces de producir leche durante los 210 días más o menos que dura la lactancia. Solo tomarán calostro. Enseguida pasarán a las amamantadoras de leche maternizada de la que se alimentarán hasta llegar a los 11 kg -13 kg. Estos son también cabritos lechales, pero alimentados a base de leche de fórmula y en condiciones de estabulado.
El consumo de carne de cabrito en España es bajo, y estacional y suele estar vinculado a celebraciones o fechas especiales. Es un excelente alimento que aporta proteínas de alto valor biológico, minerales, vitaminas y pocas calorías y deberíamos incluirlo dentro de unos hábitos de alimentación responsable.