¿Alguna vez os habéis preguntado de dónde viene esta expresión? Hemos decidido compartir este vídeo, que muestra a las cabras en sus múltiples facetas, porque una imagen vale más que mil palabras.
Esta expresión se debe sobre todo al comportamiento de las crías una vez destetadas. Los corderos siguen dócilmente a su rebaño, bien pegados a su madre. Los chivos, sin embargo, aparte de hacer movimientos bruscos, saltan por los montes, suben a cualquier superficie elevada, por extraña que sea y llegan a perderse entre los matorrales.
Algunas cosillas sobre las cabras y sus crías
Las hembras pueden entrar en celo varias veces al año. Si viven en sistemas extensivos, esa etapa se concentra en otoño y primavera, mientras que, si están estabuladas, pueden tenerlo en cualquier momento del año.
Tras un periodo de gestación de unos cinco meses, nace un cabrito de unos dos a cinco kilos. Es frecuente que nazcan mellizos o incluso trillizos; tener cuatro cabritillos es raro y sextillizos como esta cabra Murciano Granadina es ya de récord.

Cabritos y chivos
Las crías pueden alimentarse con la leche de la madre o mediante lactancia artificial, depende del sistema de producción que siga cada ganadero. A grandes rasgos tenemos en España una muy pequeña cabaña caprina dedicada a la cría de cabritos en extensivo y una cabaña bastante mayor de cabras lecheras.
¿Sabías que la cría de la cabra se denomina cabrito durante el periodo de lactancia y desde que se desteta hasta la madurez sexual (sobre el año o año y medio) pasa a llamarse chivo?
El cabrito en extensivo
La carne de cabrito lechal es la más demandada por los consumidores. Se trata de animales que se han alimentado exclusivamente de leche hasta la edad de sacrificio, unos 30-40 días. Su carne es tierna, sin apenas grasa y muy jugosa.
Las cabras que viven en extensivo, alimentándose de las plantas que encuentran a su alrededor (pastos, hojas etc), transfieren a la leche algunos compuestos que le dan un sabor particular. Los cabritos al alimentarse de esta leche los reciben en cierta cantidad. Incluso, según cuentan en la revista Consumer, se puede detectar cómo desde finales de invierno hasta bien entrada la primavera las cabras se alimentan en esta época con pastos frescos. Los cabritos, alimentados con la leche de sus madres y siguiendo al rebaño de aquí para allá, tardan más en alcanzar los 8-10 kg (peso con los que se suelen comercializar) .

El cabrito en intensivo
Las cabras lecheras, sobre todo las que viven en régimen intensivo, se alimentan piensos de piensos, formulados para que sean capaces de dar leche durante los 210 días más o menos que dura el periodo de lactación. Los pobres cabritos lo único que probarán de esa leche será el calostro. Enseguida pasarán a las amamantadoras de leche maternizada de la que se alimentarán hasta llegar a los 11kg -13 kg.
Estos son también cabritos lechales, pero alimentados a base de leche de formula y calentitos en el establo, del que apenas saldrán. Respecto al sabor, en principio es más neutro. Aunque, dado el escasísimo consumo de carne de cabrito que tenemos en España, 0.5 kg por habitante al año, (si llega), que además es muy estacional, cabe pensar que los consumidores no tenemos el paladar muy acostumbrado a detectar pastos y flores en la carne de estos simpáticos animalitos.