En esta entrada vamos a hablar de dos conceptos por el precio de uno: carga ganadera y UGM. Están tan relacionados que tienen que ir juntos.
Parece que un prado verde de una hectárea podría dar de comer a dos vacas y/o un caballo y/o tres ovejas y/o dos cerdos… En realidad, las cosas son más complejas. Las plantas que crecen en un prado tienen una capacidad limitada de renovación si son cortadas y pisoteadas una y otra vez. Además, influye la climatología de la zona y lo que come cada animal.
Por lo tanto, la carga ganadera es la cantidad de ganado que puede alimentarse de un pasto. Normalmente se refiere a una superficie y a un periodo de tiempo determinado.
¿Hierba fresca todo el año?
En primer lugar. hay que tener en cuenta que la capacidad de un terreno para proporcionar alimento depende de muchos factores naturales: el clima, el relieve, el tipo de suelo y de vegetación. También, el clima y su influencia en la cantidad de material vegetal disponible cambian a lo largo del año, al menos en nuestro clima mediterráneo. Para saber la cantidad de alimento disponible para los animales existen dos métodos:
- Directos, que dan resultados muy precisos pero cuesta mucho realizarlos.
- Indirectos, que estiman de la producción de pastos en base a una serie de parámetros o variables (temperatura, precipitación, evapotranspiración, etc., cobertura o altura de la vegetación, etc.).
Estas medidas influyen en la producción forrajera y que posteriormente se incorporan a modelos matemáticos. Los indirectos son más operativos, no se alejan mucho de las estimaciones obtenidas mediante métodos directos, y lo más importante, tienen con un coste relativamente bajo.
Con todo esto, ya sabemos lo que las plantas de nuestros pastos son capaces de ofrecer.
En segundo lugar, conviene estudiar las necesidades de los animales que vamos a meter. Claro está, no es lo mismo meter una oveja que una vaca o una gallina que un caballo. Requieren distinta cantidad de alimento, aprovechan distintas fuentes e incluso tienen un efecto diferente en la vegetación según su manera de comer.
¿Qué significa UGM?
Para solucionar este problema se desarrolló el concepto de Unidades de Ganado Mayor (UGM) como unidad de referencia. Una UGM equivale a una vaca o un caballo adultos y el resto de animales se comparan con estos mediante un coeficiente. Puedes verlos en esta tabla.
Por consiguiente, se puede decir que las UGM constituyen una forma indirecta pero más ajustada de expresar el tamaño de la granja. Hablar de una granja de 5.000, 10.000 o 20.000 cabezas no nos da una idea exacta de su tamaño, porque no es lo mismo en absoluto que esas cabezas sean de vacas lecheras o de gallinas ponedoras.
Las UGM permiten estimar de una manera más amplia el impacto de cada animal en su entorno. No sólo la cantidad de agua y comida que consume sino los excrementos que genera. Por esta razón la normativa recurre a este concepto para fijar un máximo número de animales que se pueden tener en una explotación en función del terreno disponible. Ya sea por la capacidad de este para alimentar a dichos animales de manera extensiva o para asimilar como abono los purines o estiércol generados por animales alojados en granjas intensivas cercanas.
Coeficiente de Admisibilidad de Pastos
Otro concepto relacionado que utiliza la administración es el Coeficiente de Admisibilidad de Pastos. No es un método indirecto para conocer la capacidad de la vegetación para dar de comer a un rebaño, pero suele ser muy importante para los ganaderos ya que se utiliza para calcular las ayudas de la PAC.
Hasta 2018 daba grandes quebraderos de cabeza, ya que por ejemplo la UE no admitía que las dehesas – superficies que combinan arbolado y pasto – fueran aprovechables por el ganado, por lo que sólo se recibía ayuda por la superficie declarada que no tuviera árboles o arbustos. Afortunadamente, se pudo convencer a los socios europeos de que en nuestro clima mediterráneo la manera de aprovechar la vegetación por fuerza es distinta a lo que hacen en el norte de Europa.
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