Empecemos por el principio.
Un caballón es el montículo de tierra de labor que queda entre surco y surco al arar un terreno, aunque también se puede hacer a propósito con la azada.
Sus funciones
Este sistema se utilizaba tradicionalmente en los huertos pero ha ido desapareciendo en gran parte debido a la aparición del riego por goteo, ya que una de las funciones principales de los caballones es contener y dirigir el agua cuando se riega a manta.
De esta manera las plantas se encuentran en alto, sin llegar a encharcar la base del tallo a salvo de pudriciones en las raíces o la base del tallo, pero les llega la humedad sin problemas.
Detrás de esta sencilla estructura hay más ciencia de la que parece. La idea es asegurarse que el agua que discurre por los surcos sea aprovechada lo máximo posible por las raíces de las plantas que ocupan los caballones.
El caballón perfecto
Si el ancho del surco es excesivo, o no llega la suficiente cantidad de agua, esta apenas mojará los flancos de los caballones, donde están las raíces listas para absorberla en cuanto llegue. El agua queda en el fondo del surco y se perderá por percolación (se filtra hacia el interior del suelo). Aquí, si acaso, la aprovecharán las malas hierbas (dependiendo del celo del hortelano).
Si hay demasiada agua o los caballones son bajitos y están muy cercanos entre sí, el agua los sobrepasa y aparecen los problemas de erosión: el caballón se deshace y quedan los tallos o raíces de las plantas al descubierto (lo que las hace más vulnerables). Así que… ¿Quién dijo que ser agricultor es fácil? ¡Menos mal que se inventó el riego por goteo!
Sus muchas ventajas
Una ventaja de los caballones es que los surcos que quedan entre medias nos permiten pisar para acceder fácilmente a las plantas para cuidarlas, observarlas, recoger la cosecha o lo que haga falta. Al no pisar en zona cultivada, la tierra que forma el caballón continuará mullida, lo cual facilita el crecimiento de las plantas.
Como ya hemos apuntado cada vez se utiliza menos, ya que suele implicar regar a manta lo cual consume demasiada agua y no está el clima para excesos. Hoy en día, sobre todo en pequeños huertos (familiares, urbanos, escolares étc.) se utiliza más la técnica del bancal profundo.
Sin embargo, hay especies con las que interesa utilizar este sistema, como es el caso de la patata. Para cultivar los espárragos o la fresa también se utilizan caballones, pero por otras razones propias de su cultivo.
Se pueden hacer a mano o a máquina. Viendo el vídeo parece fácil hacerlas a mano, pero requiere su práctica.
En este vídeo se hacen con una motoazada a la que se le acopla un apero que forma los caballones.
Por cierto, en inglés se les llama ‘ridge’.
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