Aunque normalmente me centro en cosas de agricultura, no puedo evitar hablar un poquito del origen de dos palabras relacionadas con el tabaco. Por ejemplo, ¿sabes de dónde viene la propia palabra tabaco? Una de las teorías sostiene que cuando los españoles llegaron a América observaron que los indígenas del Caribe fumaban con una caña en forma de pipa a la que llamaban «tobago»; palabra que acabó utilizándose para nombrar también a la planta. Y ¿ qué relación existe entre la ciudad de Toledo y los cigarros? Francisco Hernández de Bóncalo, médico de la corte de Felipe ll fue enviado para estudiar las distintas plantas de tabaco del Nuevo Mundo, especialmente aquellas que tuvieran propiedades terapéuticas. Según algunos historiadores a su vuelta sembró por primera vez tabaco en unas tierras llamadas «cigarrales», situadas en los alrededores de Toledo. Dado que recibían ese nombre porque solían ser invadidas por plagas de cigarras imagino que mucha confianza no deberían tener en lo que de ahí saliera.
¿Sabías que a mediados del siglo XVI en Europa (s xvi) el tabaco era conocido y apreciado por su carácter ornamental y sus propiedades medicinales? dicha planta era objeto de cultivo en diversos jardines botánicos de España, Francia y Holanda.
Así, aunque la Inquisición lo prohibiera, el tabaco acabó poniéndose de moda. Un siglo después del viaje de Colón, su cultivo del tabaco ya se había extendido a parte de Europa. Y con el paso de otro siglo más acabó llegando al resto de continentes. Para terminar las anécdotas históricas, mencionar que las guerras “ayudaron” bastante a difundir su consumo. Hasta hace bien poco los cigarrillos formaron parte de la ración que se daba a los soldados ya que el tabaco aliviaba tensiones y se desconocían sus efectos nocivos.