De esta simpática planta conocemos principalmente su raíz, que se forma durante el primero de sus dos años de vida, pero si la dejáramos desarrollarse completamente descubriríamos que tiene unas flores parecidas a las del perejil, el anís o el cilantro, con los que está emparentada. De hecho, antiguamente se cultivaba por sus hojas y semillas aromáticas, no por su raíz.
Zanahorias de colores
¿Sabías que la zanahoria es el vegetal más rico en beta-caroteno, precursor de la vitamina A? Esta sustancia le aporta su típico color naranja, pero… Es más, ¿sabías que las zanahorias no siempre han sido naranjas?
La zanahoria tiene su origen en Oriente Medio (Irán, Afganistán) hará unos 3.000 años.
Las primeras que se cultivaron eran de color morado con el centro amarillo. Poco a poco fueron mejorándose y apareciendo zanahorias rojas, blancas y amarillas, según dominara, o no, algún pigmento vegetal (antocianinas para los púrpuras y morados, beta-carotenos para los amarillos y naranjas y licopenos para los rojos).
Fue introducida en Europa durante la Edad Media en los siglos VIII al X, cuando eruditos árabes y judíos citan ejemplares rojos y amarillos. Las de color naranja fueron las últimas en llegar; se cuenta que botánicos holandeses del siglo XVII consiguieron desarrollar, o fijar, el color naranja a las zanahorias como homenaje patriótico a la casa real de Orange. La historia no está del todo clara, pero lo que sí es seguro es el vínculo de las zanahorias naranjas con los holandeses.
La zanahoria perfecta es larga y recta.
La verdad es que esta hortaliza no es la ideal para iniciarse en el huerto urbano. Yo todavía no las he cultivado pero según me cuentan amigos huerteros, no es tan fácil obtener esas zanahorias perfectas, largas, rectas, gruesas y de un vivo color naranja que vemos en el supermercado.
Aquí os dejamos los cinco puntos más importantes que conviene saber para su cultivo:
1. La calidad del suelo es básica. Ligero, mullidito y sin piedras o terrones que interrumpan el crecimiento hacia abajo de la raíz principal. Ha de drenar bien el agua y estar libre de nematodos, unos bichitos que alteran el crecimiento normal de la raíz.
2. Requiere un riego abundante, sobre todo en verano. Pero sin pasarse, que no se ahoguen las raíces.
3. Lo mejor es hacer siembra directa y según van creciendo es imprescindible hacer un aclareo, es decir eliminar parte de las plantitas que han germinado. Que siempre será mejor tener cinco zanahorias grandes que cincuenta raquíticas.
4. El enemigo número uno de la zanahoria son las malas hierbas, sobre todo al principio de su desarrollo. En las plantaciones comerciales se utilizan herbicidas, pero para un pequeño bancal habrá que estar atento y azadilla en mano.
5. A la hora de abonar, a la planta de la zanahoria no le entusiasma el nitrógeno. Así que si vais a utilizar estiércol, que sea bien maduro.
Bueno, esto es todo. Ya me contareis si os han servido esta información para cultivar vuestras propias zanahorias o para ganar un quesito verde en el trivial.
Ah, y como muchos sabréis, en inglés las zanahorias son carrots.