Proyecto de Editorial Agricola

logo conocer la agricultura
transgénicos

¿HAY TRANSGÉNICOS EN EUROPA Y EN ESPAÑA?

Hemos comenzado con una pregunta muy abierta, pero ha sido a propósito, ya que todos los que hayáis leído la entrada de “Transgénicos hasta en la sopa”. Sabréis que un alimento u objeto puede calificarse de transgénico o no dependiendo de los diferentes criterios que se utilice. De todas maneras, la respuesta es clara, sí los hay, independientemente de dónde pongamos los límites.

La UE y los transgénicos: Un lío fenomenal

Dentro de la normativa ambiental europea hay un concepto básico (al menos en teoría): es el “Principio de precaución”. Según esto, frente a la mera posibilidad de un daño al medio ambiente o a la salud de las personas se han de tomar las medidas de protección necesarias, incluso aunque no exista certeza científica sobre las causas y efectos de ese daño.
Unos dicen que los transgénicos, en todo el tiempo que llevan utilizándose, no se han encontrado pruebas que demuestren que sean peligrosos, y los otros que es demasiado pronto para afirmarlo. La Unión Europea se ha mojado lo justo: se pueden autorizar, pero tras un proceso exhaustivo y lento (a decir de los partidarios de la biotecnología). Tanto que incluso una potente empresa alemana como BASF ha desistido de investigar en Europa y se ha ido a hacer negocio allá donde le dejen, es decir, en los ámbitos norteamericano y asiático. 

Proceso de aprobación de nuevas variedades en la UE. Aunque la normativa da vía libre a los transgénicos, la realidad nos dice otra cosa: en veinte años sólo dos variedades de maíz transgénico han llegado a los campos de cultivo europeos. Es el Mon810, resistente al taladro del maíz, y recientemente el Pioneer 1507, que amplía la resistencia a otras mariposas y polillas y al glifosato. Fuente: Antama

La opinión pública

Y es que, aparte de la ciencia, hay otro aspecto que desgraciadamente manda más en esta historia (y en muchas otras): la política. Tenemos a la opinión pública, muy influenciada por los lobbies anti-transgénicos (la bestia negra oficial de los lobbies pro-transgénicos)  que ejercen una fuerte presión en los países centroeuropeos. Pero también hay intereses económicos y geopolíticos contrarios a que estas semillas se instalen en Europa.
Los grandes países de la UE favorables a los cultivos transgénicos son el Reino Unido y España. El primero suele ir “a su bola” y mantiene buenas relaciones con sus amigos del otro lado del Atlántico (justo los que apuestan y utilizan ampliamente esta tecnología). España es el líder de un pequeño grupo de países (Portugal, Rumanía, República Checa y Eslovaquia) que cultiva el Mon810 quizás por el “pequeño” detalle” de que aquí hace el suficiente calorcillo como para que el taladro del maíz cause daños importantes.
Entre los países que se oponen a su desarrollo destacan Alemania y Francia, grandes productores de maíz que no tienen problema con el taladro y a los que no les interesa unos vecinos del Sur competitivos en un cultivo en el que ellos son fuertes. Dado su importante peso en la UE, han tenido un importante papel en el bloqueo sistemático de la aprobación de nuevas variedades de cultivos transgénicos.

Un diario alemán de ideología ecologista que por lo menos le echa creatividad al asunto y pasa de jeringuillas y mazorcas tipo Halloween.Fuente: www.clasesdeperiodismo.com

La Unión Europea

Así que, históricamente la UE en su conjunto ha sido muy reacia al cultivos de organismos transgénicos en su territorio, a pesar de que importa ingentes cantidades de soja y maíz transgénicos para alimentar a los animales, además de colza o algodón.
Pero de puertas para adentro, las posiciones estaban tan encontradas, que al final, el Parlamento Europeo modificó la normativa sobre transgénicos para dejar directamente la patata caliente a cada Estado Miembro. Serán ellos los que decidan si permiten o prohíben este tipo de cultivos, qué variedades y establecen bajo qué condiciones se pueden dar en sus territorios. Curiosamente establece “zonas tampón” entre países vecinos para evitar la contaminación transfronteriza entre Estados (tengamos la fiesta en paz, seguro que pensaron). Eso sí, no habla de las medidas necesarias para evitar la contaminación por polen transgénico en los cultivos de cada país, cada uno que se apañe como pueda.
Esta modificación no ha gustado a nadie: unos piensan que facilitará el avance de los transgénicos, al dejar la decisión en manos de los Estados Miembros, que considerados individualmente son más vulnerables a la acción de los lobbies. Los otros, aunque salen ganando por eso del “divide y vencerás” tendrán que ir llamando de puerta en puerta para que les acepten sus semillas ,y dependerán del color del gobierno de turno y sus intereses geopolíticos. No se vosotros que pensareis, pero me da a mí que el acuerdo de libre comercio entre la UE y Estados Unidos, el llamado TTIP, podría tener algo que ver en todo esto.

Transgénicos en España

Ya hemos visto que nuestras autoridades están a favor del cultivo de org. transgénicos. De hecho es el único país en el que se cultivan a escala importante: según los datos del Magrama la superficie sembrada en 2014 fue de 131.537 ha, lo que supone casi el 92% de la UE.
El maíz Mon810 lleva cultivándose en España desde hace 17 años, principalmente en la cuenca del Ebro. La comunidad de Aragón está en cabeza y aporta el 40% de las hectáreas sembradas. Le sigue Cataluña (fundamentalmente la provincia de Lleida) y a bastante distancia Extremadura y Andalucía. 

municipios donde se cultiva el maíz transgénico
Quizás no sea el mapa más ilustrativo, pero por ser imparcial tenía que poner este de Greenpeace, que a lo mejor muchos conocéis, ya que esta ONG no está de acuerdo con los datos ofrecidos por el Ministerio. Los puntos rojos son municipios donde se cultiva el maíz transgénico y los verdes los municipios que se han declarado “libres de transgénicos”. Fuente: Greenpeace España.

¿Y qué ha ocurrido durante este todo este tiempo?

Al margen de la guerra de cifras sobre si ha aumentado o disminuido la superficie, los agricultores han hecho números y se han dado cuenta que este maíz no es la solución, sino más bien una herramienta más a la hora de reducir costes de producción o aumentar los beneficios obtenidos por la cosecha. Y es que el agricultor considera varios factores antes de sembrar con una semilla u otra.
En primer lugar, que la plaga de taladro no es constante a lo largo de los años: puede haber años con fuertes invasiones seguidos de otros con daños son leves. La gracia de las variedades transgénicas es la resistencia al taladro, pero en ausencia de la plaga su rendimiento no es especialmente mayor que una variedad convencional equivalente. Las semillas transgénicas son sensiblemente más caras (el coste de la semilla refleja la inversión en investigación necesaria para desarrollarla), por lo que cada temporada de siembra hay que informarse bien del estado de la plaga  en la zona.  

transgénicos
Daños severos por taladro en un cultivo de maíz.  Fuente: Gerd Spelsberg/ www.biosicherheit.de .

No siempre es necesario recurrir a ellos

 En segundo lugar, los agricultores saben que es posible burlar al taladro con maíz convencional, adelantando la siembra de mayo a marzo de manera que cuando aparece la plaga, el maíz está lo suficientemente crecido y es más resistente a ella. 
Existe además la posibilidad de que algunas empresas transformadoras de maíz para consumo humano, no solo les compren el maíz no transgénico, sino que además lo paguen bien. 
Así que en años en los que no se prevé fuerte incidencia del taladro, compensa económicamente más optar por una variedad convencional que por una transgénica. Los años de fuerte incidencia de plaga, se puede recurrir a la semilla transgénica o al cambio de cultivo (por ejemplo para luchar también contra otros enemigos del maíz como malas hierbas, virus o la araña). El caso es tener todas las posibilidades a mano y elegir la que más interesa en cada momento.
Compartimos con vosotros este vídeo que nos recomendó un lector del blog y que muestra la opinión de algunos agricultores aragoneses que no utilizan el maíz transgénico. Personalmente no nos gusta creer a pies juntillas todo lo que cuentan unos y otros, pero creo que aporta una visión distinta del asunto, que muchos desconocíamos.

La ciudad de Madrid ¿libre de transgénicos?

Volviendo a la declaración de Madrid sin transgénicos, y después de todo lo que hemos visto: 

En primer lugar

Los ayuntamientos no tienen ninguna competencia sobre transgénicos, así que apenas pintan en este asunto, algo que ya sabían los responsables de la propuesta. Es la Administración General del Estado, en este caso el Ministerio de Agricultura, el responsable de autorizar:
a) La comercialización de OMG o los productos que los contengan.
b) Los ensayos previos a su autorización.
c) La importación y exportación.
Las Comunidades Autónomas, por su parte, pueden autorizar la “liberación voluntaria” para usos distintos de su comercialización, es decir, básicamente su cultivo.

transgénicos
Por cierto, en la comunidad de Madrid sí se cultiva algo de Mon810 pero su extensión se considera testimonial, y desde luego no se hace dentro de la “city”. En este huerto urbano, ni de casualidad te vas a encontrar una hortaliza transgénica.

En segundo lugar

Si se prohibieran los productos transgénicos per se, es decir, los alimentos cuyo propio material genético incluye un diminuto trozo del material de otra especie, y teniendo en cuenta que la mayor parte de la producción mundial de algodón es transgénica y procede de los países asiáticos: se acabó el renovar el vestuario por cuatro cuartos, fuera pañales de bebé (existen los pañales lavables pero hay que estar muuuy concienciado), y habría que acostumbrarse a pagar con monedas o con tarjeta de crédito, porque tampoco se podrían utilizarlos billetes de euro.

Respecto a otros alimentos que puedas encontrar en el supermercado, como tomates, berenjena, patatas…a día de hoy no se comercializan en Europa productos transgénicos más que nada porque en el etiquetado tendría que figurar este pequeño detalle, y a priori el éxito comercial sería más bien escaso. 

Por último

Nos ocupamos de los productos en los que de alguna manera ha intervenido un organismo transgénico en su producción. No seamos alarmistas ni demagógicos, que desde Ahora Madrid ya han aclarado que no están en contra de la biotecnología que nos ayuda a producir vacunas o insulina, e imagino que tampoco contra los aditivos alimentarios, detergentes, etc…( que ya repasamos en la entrada “Transgénicos hasta en la sopa”). En parte suponemos que por motivos éticos, porque se trata de un uso confinado de organimos transgénicos y porque sería francamente complicado prohibirlos.

Pero en los productos procedentes de la ganadería es donde está la madre del cordero (nunca mejor dicho). Si consideramos que los piensos destinados a la alimentación animal están basados en soja y maíz, procedentes de Brasil, Argentina o EEUU, donde cerca el 90% son variedades transgénicas, ¿qué ocurriría con las chuletas de cerdo, el pollo asado, los huevos, un bistec de ternera o incluso un vaso de leche?.

Recurrir a la ganadería ecológica (que garantiza cero OGMs) para garantizar el suministro de productos de origen animal a una ciudad como Madrid es) complicado (al menos a corto y medio plazo).

transgénicos
¿Transgénica yo? Recuerdo, por si acaso, que no se crían animales transgénicos en las granjas.
Y esto es todo. Espero que os haya resultado interesante toda la información y espero vuestros comentarios. 

Para hacer esta entrada he utilizado las siguientes fuentes:

Otras entradas que te pueden interesar:

 

comparte en tus redes sociales

te puede interesar

Ir al contenido