Hace un tiempo os contamos en una entrada qué es la cuarta gama, cómo se hacen las ensaladas de bolsa y la importancia de su conservación. Gracias a la gente de Florette Ibérica hemos podido ver cómo lo llevan a la práctica en su sede central de Milagro (Navarra).
Florette cuenta con 6 centros de producción repartidos por el territorio nacional y más de 2.000 ha de terreno destinado a producir distintos vegetales. De esta manera se aseguran el suministro de las variedades que utilizan, las zonas de cultivo están cerca de las fábricas y estas se encuentran a poca distancia de los lugares donde se consume. Se puede hacer de dos maneras distintas, unas variedades se cultivan en invernaderos y otras al aire libre. ¿Adivináis cuáles y por qué? En esta entrada te lo contamos.
Los brotes tiernos se cultivan en invernadero
Esos que vienen como la hoja entera, pequeña y tierna, y suelen ser los más caros de la sección de ensaladas. Hablamos por ejemplo de los brotes de espinaca y lechugas (verde y marrón), de los canónigos, la rúcula o los berros.
Al tratarse de las primeras hojas que emite la planta – puede decirse que son plantas bebé, muy tiernas y vulnerables a frente a las inclemencias del tiempo, plagas o enfermedades. Por tanto, para que salgan perfectos deben de estar protegidos. La mejor manera de conseguirlo es cultivarlas en invernaderos, ya que en su interior se puede controlar todas las condiciones ambientales (temperatura, humedad, insolación, etc.) que afectan al cultivo.
…y se recolectan con una máquina muy especial
Normalmente la recolección se hace de madrugada en verano, o a primeras horas de la mañana en otoño e invierno. Se enfrían en la propia finca y se llevan a la planta de envasado, manteniendo siempre la cadena de frio. Esto es importantísimo para garantizar su conservación.
Este video podéis ver cómo se hace.
Una vez cortados los brotes pasa otra máquina que arranca las plantitas de raíz, dejándolas en el suelo para que se sequen y se conviertan en materia orgánica.
Las ensaladas “adultas”
Se llama así a las ensaladas o preparaciones que incluyen hojas de plantas que ya han alcanzado su tamaño “adulto”. Se trata por ejemplo de lechugas, escarola, acelgas, espinacas, lombarda o brécol,
Estas se cultivan al aire libre y están más expuestas al clima y la acción de otros seres vivos. Esto no suele suponer un problema, ya que cuando están listas para su recolección, las hojas feas o dañadas se dejan en el suelo (como aporte de materia orgánica al) y el cogollo va directo a la fábrica.
El suelo donde crecen las lechugas se cubre con un film plástico – lo que en agricultura se denomina “acolchado”-. Este permite evitar el crecimiento de malas hierbas y reducir la pérdida de agua por evaporación. Estas lechugas se riegan por goteo; resulta tan complejo montar y desmontar las tuberías y el acolchado en grandes superficies, que cada vez es más habitual instalar tuberías y cobertores de un solo uso y reciclables.