¡Por fin pudimos visitar la granja de leche Casa Grande de Xanceda!
Se trata de una granja de leche de producción ecológica situada en la comarca de Mesía, muy cerquita de La Coruña y Santiago. El nombre se lo debe a una antigua casona del siglo XVIII, perteneciente a la aldea de Xanceda, donde se encuentra la finca.
Su historia
La historia de esta granja comienza en los años 60, cuando Felipe y Victoria Fernández-Armesto, decidieron poner en marcha una granja de vacas de leche, aunque ninguno de los dos fuera ganadero de profesión. En esta aventura le acompañaron 30 vacas frisonas traídas desde Canadá. Durante mucho tiempo estuvo funcionando como una granja de producción convencional aunque con el toque personal de los dueños. Pero llevar una granja de vacas no es tarea fácil, y cada vez menos. Varias veces estuvieron a punto de echar el cierre, hasta que los nietos le dieron un vuelco completo al negocio.
Una empresa familiar
Esta explotación familiar, que había apostado por hacer las cosas de una manera diferente ahora tenía que conseguir ser sostenible económicamente. Así, tras un tiempo estudiando las distintas posibilidades, decidieron apostar por la producción ecológica en el año 2002. Si ya es difícil vender la leche normal a terceros, si lo que tienes es leche ecológica la tarea se presenta casi imposible.
La solución: ya que tenían un producto de gran calidad, lo lógico sería procesarlo ellos mismos y dotarlo de alto valor añadido. De esta manera, al controlar todo el proceso productivo dependes mas de de tu propio trabajo que de los vaivenes del mercado.
Uno de los mayores productores ecológicos de España
Pero para poder posicionarse en el mercado premium, aparte de tener un buen producto hay que saber venderlo. Y en Casa Xanceda saben hacerlo muy bien, ya que actualidad son los segundos mayores productores ecológicos de España y están presentes tanto en tiendas ecológicas, herbolarios e incluso grandes superficies de España y Portugal. La estrella de esta granja de leche son los yogures (riquísimos, por cierto), pero también producen postres lácteos, dos tipos de queso, mantequilla e incluso leche fresca.
Y una de las claves a la hora de convencer al consumidor de que pague un precio más alto está en mostrarle lo que hay detrás, ¿y qué mejor manera que abrirle las puertas de la granja?. De esta manera más de 5.000 personas al año pueden ver con sus propios ojos el proceso de producción.
Las vacas y los prados
Una de las principales características de la ganadería ecológica es que ha de ser una producción ligada al terreno y esto se cumple de sobras en Casa Xanceda.
En esta granja viven 380 vacas en total, y un toro cómo no. La mayoría, unas 180-200 están en lactación, es decir dando leche y el resto se reparten entre las que están “de vacaciones” (o baja pre-maternal como explico en esta entrada) y las novillas de recría, también conocidas como las vacas de la cantera.
Todo queda en casa
Todas se han criado aquí y son nietas, bisnietas y tataranietas de aquellas vacas que vinieron de Canadá. A veces el veterinario (que es socio en esta aventura) dice, un poco en broma, que se podría hablar de la sub-raza “Holstein de Xanceda”. Para no caer en la endogamia, aunque tienen un toro por si acaso, se suele utilizar la inseminación artificial (algo que está permitido en GE).
El establo
Normalmente las vacas se pasan la vida en los prados, salvo en las noches de invierno, que ya hace demasiado frío y duermen en el establo. Las vacas se tumban todas juntas en amplias camas de paja. A diferencia de una vaquería convencional, en este establo no hay cubículos individuales, ya que al no pasar el día aquí realmente no es muy necesario.
Las vacas son animales de costumbres, ¿ sabías que cada vaca tiene su propio sitio para dormir y en la sala de ordeño?
Eso si, como en cualquier establo moderno que se precie, están dotados de un sistema de limpieza automático, la “arrobadera”. Es como una escoba bien grande arrastrada por cadenas por los pasillos principales que empuja los excrementos a una fosa. Ahí se almacenan para convertirlos en estiércol con el que se fertilizarán los prados.
La sala de ordeño
Fue quizás la parada que más nos gustó, sobre todo por el simple hecho de que llevan a la gente “a pie de sala” para enseñar en directo cómo se ordeñan las vacas hoy en día. Aquí explican entre otras curiosidades cómo funciona la tecnología actual de ordeño; por ejemplo el uso de podómetros (si, como las pulseritas que llevamos los humanos, pero en tamaño vaca).
Daba gusto ver lo limpia y ordenada que estaba. Entendemos que ya solo por las visitas que reciben, tienen que tenerla así de bien, pero es innegable que es reflejo de una manera de funcionar muy profesional y que esa higiene beneficia sobre todo a las vacas y a la calidad de la leche obtenida.
La fábrica de yogures
La mayoría de la leche producida se destina a la fabricación de yogures y queso. Y estos se elaboran en la propia explotación.
La leche de los yogures, más fresca imposible. Y es que la fábrica recibe la leche directamente de la sala de ordeño, que se encuentra tan sólo a 10 metros. Fuente: Casa Grande de Xanceda.
Aunque podemos considerarlo como una fábrica, su aspecto exterior no la delata. Fue construida en 2007 y con piedra antigua procedente de casas rurales derruidas. Sin embargo, en su interior cuenta con maquinaria innovadora de alta tecnología.
El secreto de esos yogures tan cremosos, es que se hacen con la leche concentrada (eliminando parte del agua que contiene). De este modo, con dos litros de leche se obtiene un kilo de yogur, en vez de echarles nata o leche en polvo como algunos yogures “tipo griego” del mercado.
La despensa
Otro de los requisitos imprescindibles para que la producción sea ecológica es que todo el alimento que tomen las vacas también lo sea.
Gracias a que tienen bastante terreno a su disposición, en Casa Xanceda pueden producir la mayor parte del alimento de sus vacas, lo cual es la situación ideal según los principios de la ganadería ecológica. Lo único que tienen que traer de fuera, por razones obvias es el pienso a base de cereales y leguminosas.
¿Sabías que un vaca come más de 70 kg de alimento todos los días?
Cuando en primavera crece hierba de sobra en los prados, esta se corta y se ensila. Además, todos los años cultivan unas 40 hectáreas de maíz forrajero ecológico, que también se ensila. De esta manera tienen las necesidades de alimento “fibroso” cubiertas.
Al utilizar los propios excrementos de los animales convertidos en estiércol para abonar los suelos se cierra el ciclo de los nutrientes en la granja.
La cámara de curado del queso
En 2011 comenzaron a producir queso curado ecológico, para ampliar la gama de productos elaborados con la leche de las vacas. Está francamente bueno, por cierto.
Le llaman “Queixo Do Peregrino” y os explico por qué. Este queso madura durante 65 días cubierto completamente por cebada, también ecológica, tal y como lo hacían antiguamente los peregrinos. Estos utilizaban la cebada, para conservar los quesos durante el largo camino a Santiago de Compostela. Suponemos que gracias a esto se absorbe la humedad durante el proceso de maduración. Este cereal, además de conservar, aporta aromas únicos al queso.
Pensando en los niños
Los niños son bienvenidos en esta granja, ya vengan con sus padres o con el cole. Y aunque la visita en general está adaptada a ellos, hay lugares donde disfrutan especialmente.
Comencemos por el Mini Establo. Aquí están las terneritas que algún día formarán parte de la plantilla vacuna de Casa Xanceda. Como ya dijimos todas nacen aquí, y desde pequeñas se acostumbran a los mimos y las visitas.
De la Eco Huerta, poco que decir. La foto que hiciemos no hace justicia a lo bonito que estaba, incluso nos recordaba a los jardines de los “hobbits”. Aquí cultivan todo tipo de frutas y hortalizas para autoconsumo del equipo (38 personas nada menos). También cultivan flores para unos talleres que hacen de vez en cuando.
En el Eco Zoo los niños pueden dar rienda suelta a esa necesidad tan suya de tocar mimar y dar de comer a los animales; y estos de ponerse hasta las trancas de comida.
La “Brigada anti-lobos
En 2008, en la granja sufrieron muchísimos ataques de lobos que mataron ocho vacas y estresaron al resto (causando abortos y una importante bajada en la producción de leche).
La plantilla perruna dedicada a proteger las vacas está compuesta por cinco mastines, procedentes de perreras municipales, que se llaman Titán, Canela, Rex, Troya, Terra y Reina. Unos están en el campo trabajando, y otros aquí en la granja. Según contó la monitora están “encerrados” no porque sean peligrosos sino porque son muuy cansinos y distraen a las visitas pidiendo mimos continuamente.
La ayuda de los burros
Por si con los mastines no fuera suficiente, en Casa Grande de Xanceda cuentan con burros. Una de las socias en sus años como cooperante en Namibia, vio como utilizaban burros para proteger al ganado frente a los ataques de guepardos y leopardos.
¿Por qué no hacer lo mismo en Galicia para protegerse de los lobos? Al convivir las burras jóvenes con las vacas las protegen como si fueran de su propia familia. Sus grandes orejas les permiten descubrir a los lobos con antelación, y con su rebuzno ponen en alerta a vacas y mastines.
La idea ha funcionado y los animales de Xanceda (los del EcoZoo también se llevaron un buen susto) ya pueden dormir tranquilos. Pero es que además, la curiosa iniciativa llamó la atención de los medios de comunicación y ahora los burros forman parte del atractivo de la granja.