POR CARIDAD CALERO
«Conocer la Agricultura y la Ganadería” es un proyecto educativo pensado para, entre otras cosas, llevar el campo a los colegios. Aquí va otra tanda de anécdotas en torno a una tendencia muy habitual entre los peques: buscar parecidos con su realidad cotidiana.
Una de insectos
En el juego de la Oca, a veces toca responder adivinanzas. Una de ellas habla de un insecto:
Soy una piedra preciosa,
que se extravió en el jardín,
en las hojas y los tallos,
me encuentras siempre en trajín.
¿Se os ocurre cuál puede ser ?. Obviamente los niños que no tienen jardín, parque o descampado en el que investigar, o los niños que, aún pudiendo, han perdido esa motivación, ni se les pasa por la cabeza la solución.
En ese momento, el monitor tiene que echar un cable y dar pistas: … es roja y lleva pintitas negras … los niños ya no tienen duda: es una fresa o una sandía, pero nunca una mariquita.
Si tiene motor o ruedas y es de colores vistosos, es un fórmula 1
El tractor no es un vehículo habitual en sus vidas, de acuerdo, pero por lo visto tampoco lo es en sus pensamientos.
La influencia de la tele
Es curioso constatar como los libros, juegos y demás material didáctico infantil sobre la granja, acaban grabando una imagen determinada en el subconsciente colectivo: los edificios son grandes, de color rojo y con un alto granero a su lado. ¿Os suena de algo?. Mira que tenemos en España caseríos, cortijos, alquerías o masías; pues nada, además de halloween, el black friday o los hábitos alimenticios, también copiamos las granjas norteamericanas.
La influencia del marketing también se hace notar a la hora de reconocer los alimentos. Una vez preguntamos a unos niños acerca de los cereales que conocen. Tras unos segundos de silencio y comentarios por lo bajo los monitores tuvimos que darles alguna pista: —”¿El trigo, la avena?” —
Los niños contestaron entonces entusiasmados: —”si, y los chococrispies, el muesly, el chocapic, los fitness…”.
Creo que tenemos mucho, pero mucho, trabajo por delante.
Otras anécdotas curiosas
Ahí va otra adivinanza:
Soy blanca como la nieve,
y dulce como la miel;
yo alegro los pasteles
y la leche con café.
No me preguntéis por qué (quizás maestros o psicólogos tendrán alguna explicación), pero la primera respuesta de los niños siempre es la nata. A veces también respondían que se trataba de una oveja….¿os imagináis una oveja balando alegremente a los clientes en una cafetería-pastelería?
Por último una anécdota más gastronómico-pajarera que agrícola pero que tiene su gracia:
Por último una anécdota más gastronómico-pajarera que agrícola pero que tiene su gracia:
—”Un picatoste es un pájaro, que pica mucho”.
—” ¿Y no será un picapinos? —” preguntó el monitor.
— “No, no “— respondieron los niños convencidos — “es un picatoste”.
Lo dicho. Ojo con lo que os coméis con el chocolate o el puré.