Una viña es un “terreno plantado de muchas vides”, que viene a ser lo mismo que un viñedo o “terreno plantado de vides”.
El viñedo forma parte del paisaje y la cultura española
Y por tanto también está presente en el lenguaje. Se dice “como hay viñas” para asegurar la verdad de algo evitando el juramento, o “de mis viñas vengo” para dar a entender alguien que no ha tenido intervención en un hecho. Cuando alguien consigue algo “como por viña vendimiada” lo hace fácilmente, sin reparo ni estorbo; una vez terminada la vendimia se permitía a quien quisiera recoger libremente los restos que pudieran quedar, ya que la cosecha principal estaba a buen recaudo.
Muy presente en el cristianismo
La religión cristiana también tiene muchas conexiones con el mundo de la vid y el vino, cultivo mediterráneo por excelencia (aunque se ha adaptado a muy diversos climas). Muchos conoceréis la expresión “de todo hay en la viña del Señor“, indicando que en todo hay cosas buenas y malas o “la viña del Señor” como el conjunto de fieles guiados por un ministro del Señor. Una expresión similar para referirse a la variedad dentro de un grupo es “de todo tiene la viña: uvas, pámpanos y agraz“. Por cierto, los “pámpanos” son los brotes tiernos de la vid y “agraz” es la uva sin madurar o el zumo de estas, es decir, algo poco agradable al gusto.
Una viña tiene también connotaciones positivas. Algo es “una viña” cuando produce muchas utilidades. De la misma manera, si alguien “tiene una viña” ha conseguido una cosa u ocupación lucrativa y de poco trabajo. Un chollo, vamos.
Por último, la expresión “tomar viñas y Juan Danzante” proviene del siglo de Oro, y se utiliza para dar a entender que alguien sale huyendo.
Y así terminamos este abeceagrario, no sin antes recordar que en inglés la viña es vineyard, y vigne en francés.