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Diversidad de legumbres. Fuente: International Centre for Tropical Agriculture (CIAT) |
Con la J de judías parece que me va a salir esta vez una entrada muy enciclopédica. Historia, geografía y etimología para hablar de unas semillas viajeras, bautizadas con multitud de nombres allá donde se han instalado.
Hay judías del nuevo mundo y judías mediterráneas.
Las judías europeas, aunque mucho menos variadas, dieron nombre al resto. Las judías que tomaban griegos, romanos, árabes y demás pueblos mediterráneos procedían de África y pertenecían a la familia de las Vigna: seguro que conocéis a las judías carillas, también llamadas caupíes o arveja de vaca.
En aquellos tiempos, a las legumbres alargadas los romanos las llamaban «phaseolus», de donde derivan “faba” (y de ahí las fabes de la fabada), los “fesolets” catalanes e incluso los frijoles hispanoamericanos .
Según cuenta el latinista – twitero Emilio del Rio en la radio, en España durante mucho tiempo se les llamó alubias judías; alubias viene del árabe (al-lūbiyā) y judías viene del latín (iudaeus, que a su vez lo tomó del hebreo – yəhūdī– judío). Sin embargo y a diferencia de lentejas y garbanzos, las judías secas no eran especialmente populares.
Las judías procedentes de América forman un grupo mucho más numeroso, posiblemente debido a su gran importancia para los indígenas, ya que eran su principal fuente de proteínas. Los científicos, que tienen la sana costumbre de inspirarse o tomar palabras directamente del latín o el griego a la hora de bautizar a las distintas especies de seres vivos, decidieron llamar «Phaseolus» a la familia de las judías americanas, a pesar de que griegos o romanos jamás tuvieran ocasión de probarlas. Así, dentro de este gran grupo de las Phaseolus (Beans en inglés) tenemos varios tipos:
La judía común (Phaseolus vulgaris) donde estaría la “judía de toda la vida” de las que en España tenemos una gran variedad: blancas, canelas, pintas o casi negras, grandes, pequeñas, redondas, alargadas… aquí están las fabes asturianas, las judías de la Bañeza, los caparrones riojanos, las mongetas del Ganxet catalanas, etc.
A la judía de lima (Phaseolus lunatus) los valencianos la conocen como garrofón, ya que la utilizan en fresco o seca en las paellas. En Suramérica, es conocido como Bajoca o Alubia de Lima.
Otra judía de este grupo menos conocida es la judía escarlata (Phaseolus multiflorus).
Estas judías llegan a España en el siglo XVI y de aquí pasarán a Italia y Francia. Mientras que al grano seco, los españoles le llamamos judía o alubia, en los distintos países centro y suramericanos son fríjoles, porotos o habichuelas.
Judías: la vaina, el grano o ambas cosas.
El fruto inmaduro de la judía común, es decir la vaina con sus semillas todavía blandas, es lo que llamamos judía verde; ejotes, porotos o frijoles verdes en diversos países americanos. Sin embargo y posiblemente como testigo de antiguas relaciones comerciales, tanto en las Islas Canarias y Andalucía como en Colombia, Cuba y Panamá, a las judías verdes se les llama habichuelas.