Si eres de los que les gusta fijarte en el paisaje cuando viajas, posiblemente habrás visto unos cacharros como los de la fotografía al atravesar llanuras agrícolas. Se trata de un pívot y en esta entrada te vamos a explicar cómo funciona y para qué sirve.
Concretamente es un tipo de riego por aspersión, tal como vimos en la entrada que le dedicamos al regadío. Su función principal es imitar la lluvia y crear un ambiente húmedo alrededor de las plantas, algo que agradecen determinados cultivos.
¿En qué consiste este sistema?
El pívot fue inventado por un agricultor del estado de Colorado (EEUU) en los años cuarenta del siglo XX y tardó algo más de una década en obtener la patente. El diseño inicial, aunque rudimentario permitió regar grandes extensiones de terreno de una manera más uniforme y con menos mano de obra. Desde entonces se han ido realizando mejoras continuas para obtener diseños más robustos y eficientes
En el riego por aspersión tradicional, un sistema de tuberías dispuesto en la superficie del campo de cultivo conduce el agua hasta los puntos de riego. Igual que ocurre con los sistemas de riego por goteo, cuando finaliza la cosecha y toca trabajar el suelo es necesario levantar todo el tinglado de tuberías y aspersores; con la diferencia de que estos elementos son considerablemente más aparatosos para mover y guardar.
Así, podemos ver el pívot simplemente como una estructura de tuberías con ruedas que se mueve por el cultivo. De esta manera cuando no está regando se queda “aparcado” en un punto y no hay que andar montando y desmontando las tuberías.

¿Cómo funciona?
Los pívots se organizan en tramos. Cada uno está formado por una tubería principal sujetada por unos brazos en forma de V que dan al conjunto mayor solidez y una forma ligeramente arqueada. Cada tramo cuenta con una unidad motriz, llamada “torre”, dotada de dos ruedas, que permiten mover el conjunto. Por este motivo se dice que es un sistema de riego de tipo automotriz.


El agua procedente de pozos, canales o depósitos se bombea hasta ese punto fijo central, y desde ahí se impulsa hasta el extremo de la tubería. En su camino, el agua irá saliendo por los aspersores, que cuelgan a lo largo de la tubería. El final está rematado por un cañón de riego que impulsa el agua para cubrir una mayor área de cultivo.

Cada torre posee motores eléctricos que impulsan el lento pero constante movimiento del pívot. Este sistema permite jugar con la velocidad de rotación para ajustar la cantidad de agua que reciben las plantas: un giro más lento implica más riego y uno más rápido, menos. Por motivos del comportamiento del agua —que estudia la hidráulica y que obviamente no vamos a explicar aquí— en los aspersores se emplean boquillas de distintos diámetros en los distintos tramos para compensar el mayor recorrido que tiene que hacer el agua conforme se aleja de la torre central.
Ventajas del riego con pívot
Además de la comodidad que aportan unas tuberías con ruedas a la hora de regar, pero realmente hay muchos más motivos para utilizarlo.
- Uso del agua más eficiente: su aplicación es más homogénea y se reduce el desperdicio por escorrentía o evaporación. Además, los pívots modernos integran sensores de varios tipos y sistemas de control remoto que permite ajustar el riego según las necesidades reales de las plantas. De esta manera se mejora el rendimiento de los cultivos.
- Menos erosión, ya que al aplicar el agua con suavidad no arrastra partículas del suelo.
- Permite aplicar fertilizantes o productos fitosanitarios simultáneamente con el riego logrando una mejor cobertura y por tanto un tratamiento más eficiente.
- Ahorro de mano de obra, ya que una vez instalado, el sistema necesita poca supervisión. Como están automatizados no es tan necesaria la supervisión constante. Gracias a la tecnología, el agricultor puede gestionar el riego desde un ordenador o un teléfono móvil.
- Es versátil, ya que puede usarse en diferentes tipos de suelos y para diversos cultivos, desde cereales hasta forrajes y hortalizas. También se adapta al terreno, ya que funciona bien incluso en ligeras pendientes.
En este video podéis ver hasta que punto puede mejorarse el riego mediante pívot.
Limitaciones de los pívots
Como con todo en la vida, la perfección no existe. Y los pívots tampoco son una excepción.
- Son caros: tanto el equipo como su instalación requieren una inversión inicial considerable.
- Necesitan bastante energía para funcionar : ya sea para bombear el agua como para mover el pívot. Esto significa añadir la electricidad a los costes fijos del cultivo.
- Su forma circular: al estar diseñados para regar en círculo, se quedan sin cubrir las esquinas cuando la parcela es cuadrada, rectangular o con formas irregulares. Realmente esto es un problema relativo, ya que se han desarrollado brazos extensores para mitigar el problema. Y para parcelas rectangulares o cuadradas, existen por ejemplo unidades que van tomando el agua de un canal que discurre paralelo. Échale un vistazo a este folleto y verás cómo se las ingenian.
Conclusión
Los sistemas de riego por pívot representan una herramienta de riego que optimiza el uso del agua y la energía, dos recursos que suponen un coste importante para el agricultor y la sociedad en general. A pesar de su alto coste inicial, su durabilidad y la posibilidad de incorporar nuevas tecnologías de riego más eficientes los convierten en una solución clave en una agricultura más sostenible.