Algunas cuestiones a tener en cuenta
1. ¿De qué tipo de ganadería es el rebaño de un pastor que fabrica sus propios quesos artesanos solo cuando crece cierto tipo de flor en el monte en el que pastan sus ovejas?
2. ¿De qué tipo son los rebaños que veranean en los puertos e invernan en las dehesas?
3. ¿De qué tipo son las ganaderías que crían toros de lidia para los festejos taurinos, encierros, tauromaquia, etc.?
4. ¿De qué tipo son las ganaderías que piden el control letal y cinegético del lobo?
5. ¿De qué tipo son las ganaderías de cerdos que llevan a cabo su fase de engorde mediante la montanera?
6. ¿De qué tipo son las ganaderías formadas por rebaños de millones de ovejas que permiten a sus propietarios poseer el monopolio mundial del mercado de lana?
7. ¿De qué tipo son los rebaños de miles de reses que se alimentan en los espacios creados mediante la deforestación del Amazonas?
8. ¿De qué tipo son las granjas familiares de gallinas en suelo alimentadas con cereales ecológicos?
(Spoiler: Las respuestas irán desvelándose a lo largo de la entrada)
El quid de la cuestión
En nuestra opinión hay dos factores básicos que pueden utilizarse para caracterizar una producción ganadera en concreto: el espacio y el esfuerzo dedicado a criar y cuidar los animales. Por esfuerzo entendemos sobre todo la manera de alimentarlos, aunque también es importante la protección de los animales frente a condiciones ambientales adversas, otros seres vivos o enfermedades. No conviene tomar al pie de la letra estos dos factores ya que cada especie animal es un mundo y tiene distintas necesidades, pero son muy útiles a la hora de hacerse una idea general.
La realidad de nuestro país
Vamos a partir del hecho de que en España no tenemos sistemas 100% extensivos, que básicamente consiste en soltar a los animales en el campo para que se busquen ellos solos la vida. Esto implica disponer de muchas hectáreas de pasto abundante a su disposición y reunirlos cada cierto tiempo para recoger a la descendencia. Es lo que existe con el ganado vacuno en la pampa y los cerrados en Sudamérica. Del mismo modo en las grandes planicies australianas donde se crían ovejas para obtener la lana y la carne que abastecen gran parte de los mercados internacionales (ale, ya tenéis la respuesta para las preguntas nº 6 y 7).
¿Sabías que en la actualidad se esquilan en Australia 78 millones de ovejas -una gran parte de origen merino- que producen 350 millones de kilos de lana de gran calidad?
¿Sabías que en la Amazonía brasileña existen casi seis hectáreas de pastos por cada hectárea de agricultura?
Galería de la ganadería extensiva en España
Vamos a considerar que el “extensivo made in Spain” es otra cosa. Nosotros lo definimos como aquella ganadería ligada a una gran superficie de terreno, en la que el animal encontrará por sí mismo parte o todo su alimento diario: pastos, bellotas, arbustos o árboles, restos de cultivos, etc. Pueden estar acompañados, o no, por una persona, que los dirige hacia donde abunda este alimento y se encarga de su bienestar y seguridad.
Por tanto los animales suelen pasar muchas horas al día (incluso toda su vida) al aire libre, desplazándose en busca de alimento, agua o refugio (del sol, del viento o el frio por ejemplo). Esta vida ligada a la naturaleza hace muy aconsejable recurrir a razas autóctonas, que se han desarrollado en ese territorio durante siglos y por tanto están mejor adaptadas a él. Sin embargo, eso no evita que en los ecosistemas donde viven existan determinadas amenazas que suponen un serio problema: el virus de la gripe aviar, parásitos como las garrapatas o predadores como el lobo (aquí tenéis una buena pista para responder a la pregunta nº4).
Tipos de ganadería extensiva en España
Gallina ponedora
Podríamos decir que la producción de huevo en gallinas que viven en ecológico o las camperas – código del huevo 0 y 1 respectivamente- es lo que más se acerca a una ganadería extensiva. En este escenario tienen acceso a cuatro metros cuadrados de “parque” por cabeza, en el que si no está muy machacado pueden encontrar hierbas y bichitos para comer a voluntad. Pero:
a) También reciben pienso a diario para que pongan un numero razonable de huevos.
b) Viven en cercados que las protegen de predadores y tienen un gallinero donde guarecerse. Podríamos considerarlo un sistema semiextensivo.
Pollo de carne
Ahora sabemos que la normativa contempla nada menos que tres tipos que se ajustarían a esta modalidad: “campero” a secas, “campero tradicional” y “campero criado en total libertad”. Las condiciones que la ley exige a cada una varían según el grado de “extensividad”:
- Salida libre al exterior limitada o no.
- Espacio cubierto de vegetación disponible para cada animal.
- Edad de sacrificio, etc.
En cualquier caso, aunque el pollo pueda pasar gran parte del día picoteando aquí y allá, es necesario darles cierta cantidad de pienso para que alcancen el peso de sacrificio en un tiempo razonable. En este caso será el doble o más que el de un pollo en intensivo. Por ejemplo, un pollo campero tradicional comparte su metro cuadrado de patio al aire libre con otro colega. El pienso que reciba durante la fase de engorde tiene que tener como mínimo un 70% de cereales y podrá ser sacrificado a partir de los 81 días .
¿Sabías que la denominación “pollo de corral” es un invento de marketing? En la normativa no está contemplado nada parecido.
Cerdo
El mejor ejemplo de extensivo puro lo tenemos con los cerdos ibéricos (o cruzados con Duroc) que en otoño y parte del invierno aprovechan las bellotas y el pasto que produce la dehesa durante la montanera. Según los recursos que tenga la explotación, los primales (los cerdos todavía jóvenes para aprovechar la montanera) vivirán el resto del año en base a pienso y lo que puedan encontrar en el campo para mantenerse e ir creciendo. Los productos obtenidos de estos cerdos se identifican comercialmente con etiqueta negra, roja, o verde. De hecho, se corresponde con los cerdos que tuvieron la suerte de catar bellotas y hierba en mayor o menor cantidad.
Oveja y cabra
En este caso hay una amplia gama de posibilidades dentro de los sistemas semiextensivos. Dependiendo de cuál sea el principal aprovechamiento (leche o carne) y de las posibilidades que ofrezca el entorno, el ganadero se organiza de una u otra manera. Aquí encontramos explotaciones en las que los animales pasan gran parte del día fuera, aprovechando pastos, monte bajo o rastrojeras y regresando al atardecer.
Ese alimento que ofrece la naturaleza es cambiante, y a menudo otorga un sabor especial a la leche o la carne de los animales (ahí os dejo la pista para responder la pregunta nº1). Este tipo de granjas están en franco retroceso por muchos motivos, entre los que destacan la falta de rentabilidad unido a trabajo tan duro como poco reconocido.
Vaca
Aquí distinguiremos tres tipos de ganadería extensiva: vacuno de lidia (el más extensivo de todos), de carne y algunas granjas de leche (que realmente deberían considerarse semiintensivas).
¿Sabías que en España no hay pasto suficiente durante para cebar terneros en base a hierba? Por esta razón, la cría de vacuno de carne en extensivo se complementa con el cebo posterior en sistemas intensivos.
Caballo
Es una ganadería importante a nivel regional, cuyo sistema de funcionamiento se parece bastante al de vacuno de carne. Puedes encontrar más información en esta entrada.
Conclusión
Bueno, ¿Qué tal? ¿Cuántas preguntas habéis acertado? ¿Mayoría de intensiva o de extensiva? Muchas tenían truco y pretendían jugar con las ideas preconcebidas que suele tener la gente. Una de ellas se os debería habrá quedado sin respuesta, para responderla tendréis que consultar la entrada sobre ganadería intensiva.
En resumen, no hay que ser un lince para comprobar que ganadería extensiva hay menos de la que parece, la que hay tiene un alcance bastante limitado y resulta difícil establecer categorías que funcione bien para todas.
Por esta razón hay muchas voces que piden desarrollar sistemas que permitan al consumidor que está interesado en su compra poder identificarlas. Ya existen en otros países y desde luego que cualquier iniciativa es bienvenida. Claro está, para que de verdad tengan éxito primero hay que asegurarse de que el consumidor entiende lo que compra. Algo que no es nada fácil conseguir porque muchas veces el propio marketing juega en contra.
Si quieres más información aquí puedes encontrar un completísimo informe sobre la ganadería extensiva en España, con unas infografías bastante apañadas.