Dado el importantísimo papel que han tenido las norias durante mucho tiempo en la agricultura y en algunas industrias del sector primario, vamos a dedicarle una entrada. Hoy en día constituyen reliquias, a menudo en muy malas condiciones de conservación, escondidas en nuestro paisaje rural.
¿Qué es una noria?
La noria es una máquina, es decir, un objeto que nos ahorra esfuerzo a la hora de realizar un trabajo. En nuestro caso, mover agua, las ruedas de un molino, los mazos de un batán o cualquier elemento demasiado grande y pesado para ser movido por el hombre.
Es además una máquina compleja, ya que está formada por múltiples piezas. La principal es una gran rueda gigante de madera o hierro colocada en posición vertical, con el eje anclado, de manera al girar la rueda esta no avance. Esta gran rueda se encuentra semisumergida en un canal de agua o en un pozo, según sea el propósito de la noria y la fuente de energía que la hará funcionar. Esta rueda está provista de palas, de cangilones o ambos elementos a lo largo de su diámetro exterior, según sea la misión encomendada a la noria.
Dado que se utiliza para mover o levantar un objeto pesado (el agua no es un objeto, pero todos sabemos lo que puede llegar a pesar un cubo lleno de agua) decimos que es una máquina mecánica.
Los distintos tipos de noria y su funcionamiento
Norias impulsadas por la fuerza del agua
Se trata de estructuras circulares de gran tamaño sumergidas de forma parcial en un curso de agua (un río, un arroyo o una acequia) provistas de unas aletas o palas colocadas transversalmente. De este modo el empuje del agua sobre las palas hace que la rueda se mueva sin parar. Así, la fuerza motriz del agua se transmite a través de engranajes para que la piedra de un molino o los mazos de un batán hagan su trabajo. Estas estructuras reciben también el nombre de rueda hidráulica.
La gravedad como aliada
Otra manera muy habitual de aprovechar la energía del agua es elevar parte de esta para distribuirla por un terreno más o menos amplio. Una noria es capaz de subir agua a una altura casi igual al diámetro de la propia noria. En un punto de la rueda está en contacto con el agua del canal y justo en el punto opuesto se encuentra el depósito que distribuirá dicha agua. Éste llegará por gravedad a las tierras de todos los regantes. Así, las norias destinadas a regar territorios amplios, como puede ser la huerta murciana, son verdaderos gigantes.
¿Pero cómo sube el agua?
Este tipo de norias de riego, además de las palas, tienen unos recipientes llamados cangilones o arcaduces, que con el movimiento de la rueda se llenan de agua. Después la elevan y la sueltan en un canal o depósito de recogida situado en la parte más alta de la noria. Estos cangilones pueden tener formas y materiales muy diversos. En las norias que pueden verse en el siguiente vídeo, están integrados en su borde exterior.
En la cuenca del río Segura, sobre todo en la Huerta de Murcia, en la Vega Alta y en el Valle de Ricote, permanecen en activo numerosas norias hidráulicas. Allí se conocen como “ruedas” o “ñoras”.
Impulsadas por un animal: las norias “de sangre” o de tiro
Se trata de norias más humildes, utilizadas para regar pequeños huertos con el agua contenida en un pozo. Esto es importante por dos razones.
El agua del pozo apenas se mueve, por lo tanto, no puede accionarse con el empuje del agua, necesita una fuerza externa. Así, aunque de primeras eso de la sangre impone un poco, simplemente se trata de un pobre burro o mulo dando vueltas alrededor de la noria. También se denomina noria de tiro, ya que el animal al avanzar empuja un mayal o mástil (un palo largo, vamos) que está conectado a los engranajes de la noria para que pueda transmitirle la fuerza motriz necesaria para elevar el agua.
Como el agua puede estar situada a varios metros de profundidad en el subsuelo y los pozos suelen ser estrechos la noria tiene que ser, por fuerza, pequeña. Una solución habitual es enganchar a la rueda una especie de cadena, como si fuera un collar o un rosario, pero con cangilones en lugar de cuentas. Como se ve en la imagen, esta cadena cuelga a lo largo del pozo y es la que está en contacto con el agua. Al girar la rueda también lo hace la cadena, se llenan los cangilones y suben a la superficie para descargar su contenido.
En este vídeo puedes ver cómo funciona una noria de sangre o de tiro.
Un poco de historia
Griegos y romanos fueron los primeros en diseñar la llamada rueda hidráulica, que les permitió mover molinos y bombear agua. De hecho, la primera descripción de una rueda hidráulica con engranajes la ofrece el arquitecto romano Vitruvio, a finales del siglo I a. C. A los romanos, grandes ingenieros, también se les ocurrió, en torno al 300 a.C, añadir a la estructura unos cangilones de cerámica para elevar el agua.
Sin embargo, no es casualidad que tanto el molino harinero accionado por el agua de un río, la noria para regar, el sistema de barreras que retiene el agua, llamado azud, y el entramado de canales para regar los campos (acequias), se conozcan como aceña. Todas estas palabras, además de noria, ñora o añora, proceden del árabe, ya que esta cultura nos dejó un importantísimo legado: la mejora y desarrollo de los sistemas de riego heredados de los romanos.
¿Sabías que las grandes ruedas hidráulicas medievales de madera desarrollaban una potencia máxima de cincuenta caballos de fuerza?
Hoy en día apenas quedan norias en funcionamiento. Han sido sustituidas por potentes bombas (otra máquina bastante más compleja, que ocupa menos espacio y suele utilizar energía eléctrica o procedente de combustible). En este video puedes ver cómo es y cómo funciona una noria árabe, diseñada para regar un territorio amplio.